miércoles, 6 de agosto de 2025

El sermón del cura de Valdepeñas

 


Emilio Montes, cura de Valdepeñas, en el sermón del pasado domingo defendió los derechos laborales de los temporeros. La homilía en cuestión ha sido difundida hasta la saciedad. Algunos hablan de sermón polémico. No conozco otras homilías de este sacerdote. Pero esta homilía no debería parecernos polémica, sino sensata. Por decirlo con palabras de la liturgia: Es justa y necesaria. Traducir el evangelio y llamar la atención a aquellos empresarios que racanean el jornal a sus trabajadores es llanamente acertado y propio. El cura de Valdepeñas ha venido a decir más o menos esto: Trabajar 12 horas y sólo cobrar 8, no es de recibo. Si se trabaja más de 8 horas, son horas extras, y deben ser pagadas. Lo contrario es tener mucha jeta y ser un sinvergüenza. No dar de alta en la seguridad a los empleados es un delito. Permitir que los temporeros, sean de la nacionalidad que sean, malvivan en viviendas insalubres, carentes de todo, es de malas personas.

En resumen: pagar las horas extras, no hacer trabajar más de 8 horas, dar de alta en la seguridad social. Y ofrecer una vivienda digna en la que yo mismo o mis hijos podríamos vivir… es de pura justicia. Dios no olvida nunca los derechos escatimados al pobre, porque es aprovecharte del más débil. Toda persona, rica o pobre tiene su dignidad. Y nosotros debemos defenderla. Y si alguna vez, alguien para hacerse el listo, comenta: “yo me ahorro la seguridad social, y no pago las horas extras a mis obreros”, deberíamos decirle “¿cómo no se te cae la cara de vergüenza?”.

Ya en el Levítico está escrito: “No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. El salario de un jornalero no ha de quedar contigo toda la noche hasta la mañana”.

Valdepeñas, conocida por su producción vinícola, sabe mucho del mundo de los temporeros, en su mayoría extranjeros. En esta ocasión, el cura del pueblo ha hablado en cristiano. Y también con la sensatez de Sancho Panza y el sentido de justicia de don Quijote. Como no podía ser menos en esa tierra bendita del ingenioso hidalgo.









No hay comentarios:

Publicar un comentario

A destacar

Conversación en la Catedral, de Mario Vargas Llosa

  Al final de la novela de Mario Vargas Llosa no nos queda claro en qué momento se jodió el Perú. Ni en qué momento se jodió Santiago Zava...

Lo más visto: