Hace escasas semanas leí una novela
que lleva por título Los caballos de Dios. Su autor, el marroquí Mahi Binebine,
reconstruye la historia de los jovencísimos terroristas que en 2003 cometieron
un atentado en un hotel de Casablanca. El título original es, en francés, Les
étoiles de Sidi Moumen (Las estrellas de Sidi Moumen), y alude al equipo de
fútbol de la barriada marginal de Casablanca. En Sidi Moumen, al lado de un
basurero, crecen y viven unos jóvenes que tienen un único sueño: salir de esa
situación de pobreza y de desesperanza a través del milagro de convertirse en
un futbolista estelar. Precisamente por eso, los partidos de fútbol en el
secarral de Sidi Moumen son el único momento de alegría. Pero hete aquí que un
buen día, a estos chicos, ni especialmente creyentes ni especialmente
religiosos, se les ‘aparece’ un imán que con suaves manera, con discreción, les
persuade que él tiene la fórmula para dar una razón fuerte a su vida, para
salir de esa existencia de basura, para acceder ‘directamente y sin peaje’ al
paraíso. Y ellos creen a pies juntillas en las palabras sabias del imán. Y
rezan y rezan para pedir la inspiración divina. Y resulta que Alá les sugiere y
les inspira, siempre por la boca untuosa del imán, que se pongan un cinturón de
explosivos y que se hagan ‘volar’ en un lujoso hotel de Casablanca lleno de
‘infieles occidentales’. Y así ocurre.
La novela está contada ‘desde el más
allá’ por uno de los jóvenes terroristas, quizás el más ingenuo. En uno de los
pasajes, el narrador dice que el infierno con el que se encuentran los que se
inmolan es no poder ‘advertir a los
otros jóvenes’ que no hay paraíso, ni caballos alados, sino el absoluto
remordimiento y la absoluta pena por no poder abrir los ojos a los que están a
punto de caer en las redes de un imán.
Después del atentado de Barcelona,
he pensado mucho en esta novela. El lector encontrará diferencias pero también
similitudes con la célula yihadista que truncó la vida de tantas personas en
Las Ramblas y en Cambrils. Es una poderosa novela que nos ayuda a conocer un
poco más el terrible fenómeno yihadista, y las maneras con que un imán engatusa
y vuelve loco a un joven que quizás lo único que soñaba era con ser una
estrella de fútbol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario