No conocía a Han Kang antes de que la academia sueca le concediese el premio Nobel. La vegetariana es el primer libro que leo de esta escritora surcoreana. He de confesar que me ha gustado mucho. Y espero hincar el diente a algún otro texto. De la noche a la mañana Yeonghye decide dejar de comer carne. Y no lo hace por dieta o por motivaciones medioambientales. La única razón que nos da es que "tiene sueños" que la inquietan y que sufre por su causa. Pero apenas conocemos el punto de vista de la protagonista. En la primera parte es la voz del marido quien da su versión de los hechos. En la segunda parte es el su cuñado, marido de su hermana, el que nos habla de Yeonghye. En la tercera parte, es la voz de la hermana, sin lugar a dudas la única persona que permanece a su lado en este proceso inexorable de autodestrucción.
Estamos ante una novela inquietante y desasosegante, pero es una novela que capta la atención y que te sumerge en el cuerpo y el alma atormentados de la protagonista. En la segunda parte hay un momento en que se vislumbra la redención o una posible sanación de Yeonghye, pero es una historia que no podía acabar bien: lanzarse al fuego y creer que este no nos devorará.
Las novelas son espejos en los que nos reflejamos, porque todo relato habla del ser humano. Unas veces salimos bien parados y otras no. Vale la pena leer esta novela.
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