Mientras leo, al atardecer, me encuentro con estas líneas:
"Cuando el cuerpo de una mujer peca, su alma ha pecado ya hace mucho. En cambio, un hombre puede pecar con su cuerpo y mantener un corazón increíblemente puro. Por eso, las conversiones en el ámbito masculino han sido más frecuentes. Sólo debían convertir su cuerpo"
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