lunes, 21 de diciembre de 2015

La conversión de un hombre.




    Mientras leo, al atardecer, me encuentro con estas líneas:
 
    "Cuando el cuerpo de una mujer peca, su alma ha pecado ya hace mucho. En cambio, un hombre puede pecar con su cuerpo y mantener un corazón increíblemente puro. Por eso, las conversiones en el ámbito masculino han sido más frecuentes. Sólo debían convertir su cuerpo"

No hay comentarios:

Publicar un comentario

A destacar

La magdalena de Proust y una amistad llamada “connerie”

  El pasado mes de marzó visité en el Museo Thyssen de Madrid, la exposición sobre Proust y las artes . Una curiosa exposición, bastante i...

Lo más visto: