viernes, 7 de septiembre de 2018

Pioneros, de Willa Cather


Los Bergson, una familia sueca, se establecen en el estado de Nebraska para cultivar la tierra. A finales del siglo XIX las grandes extensiones del suroeste americano empezaban a ser ocupadas por familias venidas de medio mundo que buscaban domeñar una tierra agreste y dura, que se resistía a perder su carácter salvaje. Muy pronto el cabeza de familia de los Bergson muere, no sin antes hacer prometer a sus dos hijos varones, Lou y Óscar, que se dejen guiar por los consejos y por la sabiduría innata para la granja de su hermana Alexandra.
Los primeros granjeros vivían acosados por las deudas, y desalentados por una naturaleza inhóspita que los vapuleaba constantemente. Muchas familias se veían obligadas a abandonar sus granjas y buscarse un trabajo como obreros en la ciudad. Es el caso de los Linstrun, vecinos de los Bergson y que, con dolor de su corazón, deben vender las tierras. El más apenado de los Linstrun será Carl, adolescente y amigo de aventuras de Alexandra.

Inasequible al desaliento y dotada de una mirada amplia sobre el porvenir,  Alexandra logró sacar adelante las tierras de su padre, comprar nuevas tierras, cambiar de cultivos. Pero Nebraska conoció tres terribles años de sequía que expulsó a muchos granjeros y que puso a prueba el carácter de la misma Alexandra. Fue la última rebelión de la tierra antes de dejarse dominar por el arado. "Un pionero debía tener imaginación. Debía ser capaz  de disfrutar con la idea de las cosas más que con las cosas mismas". Mientras tanto, Emil, el pequeño de la familia es enviado a estudiar a la ciudad, para que conozca otros mundos y para que, con sus estudios, pueda el día de mañana hacer prosperar las tierras.

Willa Cather (1873-1946) es una escritora norteamericana incómoda, por su no adscripción a la literatura experimental o moderna tan en boga en su época. En Pioneros nos hace asistir a los inicios de una nación, a los comienzos de repoblación de amplias extensiones de terreno que poco a poco, con voluntad de hierro y con sacrificios sin fin, empezaban a conocer la agricultura y la ganadería. "La historia de todos los países empieza en el corazón de un hombre o de una mujer". Nuevos granjeros llegan y se establecen como vecinos. Es el caso del jovencísimo matrimonio de bohemios, los Shabata, formado por Marie, extrovertida y un poco atolondrada, y por Frank, celoso y amargado. Son jóvenes que han consumido rápìdamente su inicial pasión y que sólo ahora se dan cuenta del abismo que los separa. En Emil y en Marie se despierta un amor que debe permanecer oculto, porque ella es una mujer casada. Y estamos a finales del siglo XIX. Una pasión que acabará en tragedia bajo una morera y tres disparos del marido burlado.
Un buen día, muchos años después, aquel adolescente que fue Carl Linstrum regresa para ver las tierras donde había vivido por algún tiempo. Y es en este punto donde la vida de Alexandra, que hasta ahora se ha limitado a trabajar las tierras y a perseguir la prosperidad de los Bergson, conocerá una nueva aurora. Bellísima novela de Cather, una pequeña alegría lectora en un año de libros de bajo perfil.  La tierra, y todo lo que ella significa, es protagonista también: "Pero el gran acontecimiento era la tierra en sí, que parecía anegar los pequeños y esforzados indicios de sociedad humana en sus sombrías extensiones. Enfrentándose con aquella inmensa dureza, su boca se había vuelto amarga; porque sentía que los hombres eran demasiado débiles para dejar su huella allí, que la tierra quería que la dejaran tranquila, quería conservar su implacable fortaleza, su belleza de una índole salvaje y peculiar, su melancolía sin interrupciones".

Desde que hace miles de años, los cazadores-recolectores se hicieron agricultores, la posesión y el cultivo de la tierra han sido dos pasiones inscritas en el ADN del ser humanos: "Nosotros venimos y nos vamos, pero la tierra siempre está aquí. Y las personas que la aman y la comprenden son las personas a las que pertenece... durante un tiempo".

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

A destacar

Una temporada en el infierno

            En una estación de París, desciende un joven de 16 años, cuerpo atlético, pelo alborotado y ojos azules. Se llama Arthur Rimbaud...

Lo más visto: